Frases Caín, José Saramago.

• No faltará mucho para que se venga abajo lo que tan firme antes parecía.

• Incluso la inteligencia más rudimentaria no tendría ninguna dificultad en comprender que estar informado siempre es preferible a desconocer. 

• Ceguera de progenitor, por lo visto incurable,  que nos impide ver que nuestros hijos, al fin y al cabo, son tan buenos o tan malos como los demás.

• Habiendo conocido el bien y el mal, el hombre se ha hecho semejante a un dios.

• Escéptico, como cualquier hombre, en cuanto a los resultados de una diligencia nacida en cabeza femenina. 

•  Si no lo consigo, no habré perdido nada más que los pasos de ir y volver, y las palabras que diga.

• Estás loca, Mejor loca que asustada.

• Estaba sorprendida consigo misma por la libertad con la que le había respondido al marido, sin temor, sin tener que elegir las palabras, diciendo simplemente lo que, en su opinión el caso requería. 

•  En el cielo también se sonreía mucho, pero siempre seráficamente y con una ligera expresión de contrariedad, como quien pide disculpas por estar contento.

•  Sólo los ángeles caídos son libres caídos son libres de juntarse con quienes quieran y con quienes los quieran. 

•  Los seres humanos son curiosos por naturaleza. 

•  Es un querubín, un ángel, respondió eva, y no consideró necesario decir nada más. Se cree que fue en ese día cuando comenzó la guerra de los sexos. 

•  Un día el futuro entendió que ya era hora de manifestarse. 

•  Qué triste es la gente sin otra finalidad en la vida que la de hacer hijos sin saber por qué ni para qué. 

• Caminantes somos y por el camino andamos. Todos, tanto los sabios como los ignorantes.

• El progreso es inevitable, fatal como la muerte.

• Por lo poco que conozco de este mundo no debe haber muchos hombres buenos, ha sido una suerte para mí encontrar aquí a uno de ellos. 

•  Se ve que no conoces a las mujeres, son capaces de todo, de lo mejor y de lo peor si les da por ahí.

•  Soy un pájaro de alas cortas, de esos que vuelan bajo.